Simulacros y lágrimas

Todos los años, a partir del simulacro de Noviembre, empiezo a encontrar alumnos que lloran en los simulacros presenciales. El EIR cada vez está más cerca y todo el esfuerzo que estáis haciendo parece que no se ve reflejado en los simulacros. Os culpáis hasta el infinito de esa pregunta tan tonta en la que no he leído lo de "NO" o lo de "INCORRECTA". Si arriesgáis una respuesta y falláis, pensáis que era mejor no contestar. Además, la tensión del examen hace que cada vez parezca que sabéis menos y que tardáis más en contestar. Antes, sobraba más tiempo para hacer el examen, e incluso podíais repasar; pero ahora casi no da tiempo ni a terminar y hay que dejar las del final en blanco. La puntuación en el simulacro se estanca y comienza la obsesión de pensar que a estas alturas deberíais estar subiendo las netas de cara a la nota final en el EIR. Quien más y quien menos, todos pasáis por estos momentos de bajón. ¿Por qué no le damos la vuelta...