De Principiante a Experta.
Una de las preguntas del examen EIR 2010 en el que obtuve mi plaza de Enfermera Interna Residente (EIR) fue la siguiente:
Al prepararme el EIR me llamó la atención la teoría de Patricia Benner: "de principiante a experta", porque me recordó mi trayectoria profesional.
Según Benner, una Enfermera Principiante no tiene experiencia previa, tiene un rendimiento limitado, inflexible y regido por reglas y regulaciones fuera de contexto más que por la experiencia.
Al avanzar en su profesión, la enfermera adquiere progresivamente los niveles Avanzado, Competente, Eficiente y Experto.
Mi primer día de Enfermera fue en la planta de Medicina Interna, 24 pacientes para mí sola y con una gran "L de Enfermera en mi cara". ¡Con lo sencillo que me había parecido cuando era estudiante! Y ahora casi no me daba tiempo a tomar las tensiones porque tenía mil timbres que atender y medicaciones que preparar. Mi compañera, igual de saturada que yo, no podía parar a echarme una mano, o explicarme las dudas que se me planteaban, así que estaba "sola ante el peligro". Y por supuesto, esa sensación de losa cargada en la espalda de "ahora soy yo la que tiene toda la responsabilidad profesional", que de alumna no se percibía del mismo modo.
Cada vez que cambiamos de servicio, incluso si cambiamos de un centro a otro, llevamos otra vez esa grandísima L hasta que conocemos los protocolos del servicio, el ritmo de trabajo e incluso la ubicación del material.
Después de hacer muchas suplencias y pasar por diferentes centros, terminé trabajando en el mismo servicio durante 10 años. En ese momento, según Patricia Benner, podía decir que mi trabajo ya no se regía por reglas estrictas, sino que era fluido y flexible. Tenía capacidad analítica e intuitiva ante las nuevas situaciones y en muchos casos "sentía que era lo correcto". Y así era.
Por ello, cuando decidí dejar el trabajo en el que había realizado la mayor parte de mi carrera profesional, una de las cosas que me asustaba era volver a ser la Enfermera Principiante en un nuevo servicio. Cuando me planteé hacer el EIR y especializarme en Enfermería Obstétrica y Ginecológica, pensé que los dos años de residencia me capacitarían para avanzar en mi desarrollo profesional, no partiendo desde cero.
Efectivamente. Este verano me he "estrenado" como matrona. Y mi primer día ha sido muy diferente a cómo fue mi primer día de enfermera en la planta de Medicina Interna. Sigo llevando una gran "L de enfermera y de matrona", pero la sensación ha sido totalmente diferente a ese otro primer día.
Siempre llevaré la L de enfermera y matrona, porque nunca se termina de aprender, pero mis herramientas para enfrentarme a las situaciones son otras, porque gracias a los dos años de residencia ya no soy esa Enfermera Aprendiz.
Con esta entrada en el blog, mi propósito es incidir de nuevo en lo que he ido comentando con todos los que habéis participado en las entradas de estas últimas semanas.
Por todo esto, planteo que como colectivo:
Gracias a @conLdeEnfermera por dar a conocer y concienciar sobre el contexto de vulnerabilidad al que se enfrentan los profesionales noveles de Enfermería, y los no tan noveles ante cada contrato y cada vez que nos cambian de unidad, servicio o departamento.
Puedes seguirme si te subscribes al blog o a través de Twitter: @planEIR
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Una enfermera desarrolla su ejercicio profesional
de manera flexible y muy eficiente; ya no
necesita reglas, directrices o máximas para
conectar su conocimiento de la situación con la
acción adecuada. Demuestra capacidad analítica
elevada e intuitiva ante situaciones nuevas y
tiende a realizar una acción determinada porque
“siente que es lo correcto”. Según los niveles
profesionales, descritos por P. Benner se
corresponde con el nivel de profesionalidad de:
1. Principiante.
2. Avanzada.
3. Competente.
4. Profesional.
5. Experta.
Al prepararme el EIR me llamó la atención la teoría de Patricia Benner: "de principiante a experta", porque me recordó mi trayectoria profesional.
Según Benner, una Enfermera Principiante no tiene experiencia previa, tiene un rendimiento limitado, inflexible y regido por reglas y regulaciones fuera de contexto más que por la experiencia.
Al avanzar en su profesión, la enfermera adquiere progresivamente los niveles Avanzado, Competente, Eficiente y Experto.
Mi primer día de Enfermera fue en la planta de Medicina Interna, 24 pacientes para mí sola y con una gran "L de Enfermera en mi cara". ¡Con lo sencillo que me había parecido cuando era estudiante! Y ahora casi no me daba tiempo a tomar las tensiones porque tenía mil timbres que atender y medicaciones que preparar. Mi compañera, igual de saturada que yo, no podía parar a echarme una mano, o explicarme las dudas que se me planteaban, así que estaba "sola ante el peligro". Y por supuesto, esa sensación de losa cargada en la espalda de "ahora soy yo la que tiene toda la responsabilidad profesional", que de alumna no se percibía del mismo modo.
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Después de hacer muchas suplencias y pasar por diferentes centros, terminé trabajando en el mismo servicio durante 10 años. En ese momento, según Patricia Benner, podía decir que mi trabajo ya no se regía por reglas estrictas, sino que era fluido y flexible. Tenía capacidad analítica e intuitiva ante las nuevas situaciones y en muchos casos "sentía que era lo correcto". Y así era.
Por ello, cuando decidí dejar el trabajo en el que había realizado la mayor parte de mi carrera profesional, una de las cosas que me asustaba era volver a ser la Enfermera Principiante en un nuevo servicio. Cuando me planteé hacer el EIR y especializarme en Enfermería Obstétrica y Ginecológica, pensé que los dos años de residencia me capacitarían para avanzar en mi desarrollo profesional, no partiendo desde cero.
Efectivamente. Este verano me he "estrenado" como matrona. Y mi primer día ha sido muy diferente a cómo fue mi primer día de enfermera en la planta de Medicina Interna. Sigo llevando una gran "L de enfermera y de matrona", pero la sensación ha sido totalmente diferente a ese otro primer día.
Siempre llevaré la L de enfermera y matrona, porque nunca se termina de aprender, pero mis herramientas para enfrentarme a las situaciones son otras, porque gracias a los dos años de residencia ya no soy esa Enfermera Aprendiz.
Con esta entrada en el blog, mi propósito es incidir de nuevo en lo que he ido comentando con todos los que habéis participado en las entradas de estas últimas semanas.
- Somos EIR: seremos enfermeros especialistas. La especialidad EIR es fundamental para que como profesionales adquiramos las competencias necesarias para realizar nuestro trabajo de la forma más eficiente posible. Es necesario que el número de plazas en el EIR aumente en aquellas especialidades en las que es evidente que las plazas ofertadas no cubren las necesidades actuales de enfermeros especialistas. También es necesario que la sociedad conozca el significado de la especialización en Enfermería y cuales son nuestras competencias. En este punto jugamos nosotros el papel protagonista.
- Enfermería NO es un comodín. La rotación en los puestos de trabajo que sufrimos actualmente y la inestabilidad laboral no permiten que nuestro nivel de profesionalidad según Patricia Benner avance en línea recta hasta el nivel de Experto.
Por todo esto, planteo que como colectivo:
- Debemos reivindicar el acceso a una mayor preparación a los responsables de nuestra formación, pero también debemos hacernos esa exigencia a nosotros mismos en el día a día.
- Debemos dejar claro que la rotación en los servicios y las condiciones en las que se hace actualmente, nos hace ser Aprendices de nuevo. Nuestro trabajo implica una gran responsabilidad, de la que tenemos que ser conscientes y hacer también conscientes de ello a los que nos contratan.
- La mayoría de las bolsas de trabajo actuales no contemplan las especialidades de nueva creación: debemos reivindicar que al terminar la residencia podamos ejercer nuestra profesión como especialistas, sin tener que volver a incorporarnos a un sistema de contratación en el que los trabajos que se nos ofrecen no guardan relación con nuestra especialidad.
- Debemos de tener una mayor identidad y unión profesional, ayudando a los compañeros Aprendices cuando nosotros seamos Expertos.
Conseguiremos cambiarlo, porque todos saldremos ganando: profesionales y pacientes.
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Pero cuantisima razón tienes...pero creo q falta añadir una cosa, si me lo permites, y es UNIÓN EN NUESTRO COLECTIVO...hasta nos peleamos por los contratos..cuando es la gerencia la que hace las cosas mal..y creo que sin ésto tan importante, no iremos a ninguna parte.
ResponderEliminarMe encanta tu blog..espero casi ansiosa, el día de la actualización..
En el último punto precisamente hablo sobre esto: la unión profesional, con identidad de enfermería y ayudando entre todos.
ResponderEliminarPero tu comentario acentúa todavía más que esta unión debe ser en todos los aspectos de nuestra profesión y no convertirnos en enemigos entre nosotros, o de ese modo todos saldremos perdiendo.
Me ha encantado..He tenido que pelear muchas veces por defender nuestros derechos.Pero lo triste es que siga habiendo enfermeras veteranas que tienen en la cabeza que la mejor forma de aprender es esa,la de antes,la "dura",la de rotar cada día en un lado.. Muchas cosas aún por cambiar :(
ResponderEliminarAna,vas a realizar en Septiembre simulacro en Santander o Bilbao??Ya tocaaa ;) que quiero irrr!!!! :(
A mi me encanta tener alumnos de prácticas o enfermeras con L en los servicios donde yo ya tengo experiencia. Precisamente por esto que estamos hablando. Creo que hay una gran diferencia para un profesional de la Enfermería empezar de uno u otro modo su camino profesional, y me encantaría que todos tuvieramos el recuerdo de cuando empezamos para ayudar a los compañeros más inexpertos. Afortunadamente, yo he encontrado casi siempre muy buenos compañeros en Enfermería.
ResponderEliminarEn Septiembre subo a Santander, pero aún no sé las fechas!!! Puede ser la tercera o última semana.
Nos vemos!!
Genial, como siempre ANA!!
ResponderEliminarCuánta razón tienes, yo creo, que a todos nos ha pasado alguna vez, llevar en nuestra cara esa L de la que hablas, y día tras día, trabajo tras trabajo, yo, al menos, nunca la soltaré, siempre, hasta las enfermeras más veteranas, tenemos algo que aprender todos los días!!
Gracias!!
Hola compañer@s!!Estoy totalmente de acuerdo en que la Enfermería debe estar unida para que se nos respete y valore por lo que somos.
ResponderEliminarTrabajo en el servicio de Urgencias de un Hospital,y día tras día puedo ver que al que realmente se respeta en el hospital es al médico.En cambio a Enfermería deja mucho que desear el respeto que se nos tiene...
He vivido decenas de situaciones en triage en que el paciente me monta un pollo porque lleva horas esperando a que le vea el médico,me falte al respeto y me hable fatal.Y cuando entra a la consulta del médico,como si nada hubiera pasado,como si al doctor no se le tenga que guardar respeto porque es eso,doctor.
O tener que mentir a un paciente que viene por algo "banal",y lleva en la sala de espera mas de 2horas diciendole que el médico está en una urgencia,cuando realmente de los 5 médicos que hay en el servicio,TODOS están durmiendo,y los dos residentes no dan a basto...
Me pregunto que pasaría si fuese al revés,y enfermería estuviera durmiendo cuando hay pacientes esperando...Seguramente otro gallo cantaría...
Comapñer@s,queda mucho camino que recorrer para que realmente se nos valore como toca,y ese camino hay que recorrerlo unidos!
Un saludo!!